El proyecto para la realización de este libro surgió a principios de 2010, el día en que una amiga común nos presentó. Las autoras teníamos una idea de lo que cada una hacía. Asunción sabía del trabajo de Elvira como tanatóloga y Elvira había leído Práctica y ética de la eutanasia, el libro de Asunción.

En cuanto nos conocimos acordamos una cita para contarnos con detalle lo que hacíamos y hablar del interés que compartíamos. Para las dos sería una ocasión especial, porque sabíamos que no todos los días se conoce a alguien que considere interesante y gratificante hablar de la muerte y de lo que implica trabajar sobre ella.

Comimos juntas y descubrimos coincidencias que nos parecieron muy significativas; por ejemplo, que los padres de ambas habían influido en el hecho de que la muerte fuera un tema tan importante en nuestras vidas. Y junto con las coincidencias descubrimos diferencias interesantes: para una, la religión era parte importante de su vida, mientras que la otra había abandonado sus creencias muchos años atrás.

Nos contamos que cada una tenía el proyecto de escribir un libro sobre la muerte. Ambas lo habíamos intentado en forma individual, pero ninguna había avanzado, aparentemente por falta de tiempo, pero en realidad porque escribir en solitario sobre el tema nos había resultado muy complicado. Sería más sencillo si nos acompañábamos. Fue así como decidimos escribir este libro. Después de pensar en cuál sería la mejor estrategia para lograrlo, se nos ocurrió hacerlo mediante conversaciones que fueran cubriendo los temas que considerábamos que debía incluir el libro.

En nuestro siguiente encuentro definimos esos temas y a lo largo de 2010 nos reunimos en diferentes ocasiones para dialogar sobre ellos; cada diálogo corresponde a los capítulos que conforman este libro. Los encuentros se grabaron, se transcribieron y, finalmente, se editaron para adaptar la versión oral a la escrita.

A través de estas conversaciones queremos compartir nuestras reflexiones y nuestras experiencias e invitar a los lectores a iniciar —o a continuar— las suyas. Si la muerte forma parte de la vida, es mejor estar preparados para recibirla cuando se presente. Y es importante contar con respuestas que nos ayuden a vivir a sabiendas de la inevitabilidad de nuestro fin y el de nuestros seres queridos. Con este libro queremos mostrar que es posible hablar de todo lo anterior, que puede ser más fácil de lo que generalmente se piensa, y que aceptar la realidad de la muerte nos lleva a valorar y a disfrutar al máximo la vida.

Queremos agradecer a los pacientes y a los familiares que mencionamos en nuestras conversaciones, de quienes cambiamos algunos datos por respeto. Nuestra gratitud también a las personas que colaboraron en la realización de este libro, en especial a nuestras hijas, Elena Montes de Oca y Gabriela Etchegaray, que nos ayudaron con las transcripciones, sugerencias y correcciones. Ha sido muy gratificante que ellas siguieran muy de cerca nuestro trabajo.

Estamos en deuda con Mirna Ortega y con Martha Herrera Lasso, lectoras y revisoras del manuscrito, que lo enriquecieron con sus valiosos comentarios. Finalmente, agradecemos a Ruy Pérez Tamayo por su entusiasta e indispensable apoyo para que este libro llegara a buen fin.

TABLA DE CONTENIDOS

Hablar sobre la muerte

Aceptar la muerte

Vivir la muerte

Decidir sobre la muerte

Los médicos y la muerte

Religión, espiritualidad y muerte

Epílogo

Reflexiones finales